¿Quién tendría narices de pedirle un título a este hombre…?

¿Quién tendría narices de pedirle un título a este hombre…? 

Te cuento su historia:

… ¿Te imaginas que buscas personal para tu proyecto y te llega un currículum escrito a mano de sólo 3 líneas? 

Seguramente en occidente quedaría descartado nada más verlo ¿verdad?

… ¿Pues te imaginas que en la primera línea pone soy Ingolol y vivo en la montaña, en la segunda línea pone soy buena persona y necesito trabajar para cuidar de mis hijos y en la tercera sé cuidar de las cabras…? 

La segunda parte de esta historia es que el dueño de este currículum estuvo 5 horas en la puerta de Pole-Pole esperando a que saliéramos para entregarnos este papel escrito por un familiar porque él no sabe leer ni escribir. 

Había caminado más de cuatro horas para llegar… y supimos que llevaba días sin ingerir ningún alimento porque nos explicó, al darle Soila un plato de arroz con verduras, que no podía comer mucho porque llevaba tanto tiempo sin comer que su estómago estaba contraído y no le cabía más…

Al final, mucho más allá de las letras de un documento llamado currículum están los actos y las demostraciones de las personas… Ingolol nos demostró su gran compromiso, sus ganas de trabajar y su responsabilidad con los suyos. 

¿Se te ocurre a ti otra manera más humana de hacerlo? 

Esto es lo que estamos aprendiendo con Ingolol, un miembro de nuestro equipo en Pole-Pole… 

Esto es lo que estamos aprendiendo con los Turkana…

Marta, voluntaria de ASB, os cuenta su experiencia en terreno

Soy Marta, voluntaria de Amor Sin Barreras en el cole Pole Pole de Turkana (Kenia)

Quiero compartir mi experiencia allí y al sentarme frente a la hoja en blanco me está costando desenmarañar la cantidad de sentimientos que me recorren el cuerpo: compartir, aprender, vibrar, sentir, respetar, amar, fluir, observar…. Emoción, generosidad, libertad, empatía, solidaridad, honestidad, protección, sensibilidad, bondad… Y realmente no sé por dónde empezar.

Pero sí de algo estoy segura y que merece la pena hablar es de la calidad de personas que habita en Turkana…¿cómo es posible que con tan poco te hagan sentir tan plena y te transmitan tanta paz?… Pues porque realmente, por aquí, estamos muy equivocados y  no necesitamos casi nada para ser y hacer feliz.

Tuve la gran suerte de estar en la apertura y puesta en marcha de Pole Pole y me gustaría hablar del gran trabajo que están haciendo con muchísima dedicación y amor el equipo que sostiene Pole Pole en Turkana… Soila, Monika, Joyce, Ingolol, Eregae y Esekon. Ellos son verdaderamente los que hacen posible que 44 niños tengan cubiertas sus necesidades básicas para poder desarrollarse correctamente y que lleguen a ser o hacer lo que ellos decidan con su vida.

Casi se me olvidaba hablaros de mí experiencia… Sólo puedo decir que me ha cambiado la vida, la tribu Turkana y Pole Pole son parte de mi existencia y estoy deseando volver para empaparme de nuevo de esa calidez humana y paz interior que allí viví.

Así lo viví… 

Marta Machancoses 

Hoy Elena os cuenta su experiencia como voluntaria

Soy Elena, voluntaria de la ONG Amor sin Barreras.

Cuando conocí a Ana me di cuenta que compartía totalmente su filosofía sobre la cooperación, básicamente es ayudar sin inmiscuirnos en sus culturas, y vi una transparencia tan grande, que no había visto hasta ahora en ninguna ONG, que me alentó a poner mi granito de arena en la ayuda de personas más desfavorecidas.

Ana estaba inmersa en la construcción del cole “Pole Pole Olabide” y después de varias reuniones para explicarme qué es lo que se necesitaba para la puesta en marcha de ese maravilloso proyecto tuve claro que yo quería estar allí.

Así que él 14 de enero del 2022 partimos con muchas ganas de trabajar, de hacer las cosas bien y llena de ilusión por ver cómo podía mejorar la situación de estos niños.

La llegada fue un cúmulo de sentimientos, estaba en medio del continente africano, sin saber el idioma, agotada tras más de 32 horas de viaje y con la inseguridad, y por qué no decirlo, el miedo de no saber cómo iba a reaccionar ante lo que me esperaba.

Tenía mucho miedo de desmoronarme psicológicamente y más que una ayuda ser una carga. Aunque lo que ocurrió no tuvo nada que ver con los miedos que yo sentía.

En esa parte del mundo las cosas van pole pole y sin ninguna garantía de casi nada.

Y eso es lo que ocurrió el día de la inauguración, un cúmulo de circunstancias (como que se nos inundase la casa por la lluvia después de que no había hecho aparición desde hacía muchos meses o que nos obligaron a posponer unas cuantas horas el comienzo del cole) . 

Ahora no pasa de una simple anécdota que contamos con una sonrisa, pero cuando estás inmersa en ellas parecía todo salido de una película.

Esa noche, cuando ya se había arreglado “casi” todo y tuve un momento para descansar, el día había sido agotador, me di cuenta que las circunstancias nos lo habían puesto difícil pero que en ningún momento desfallecí, ni física ni psicológicamente, y todo el trabajo que habíamos hecho para preparar comedor, cocina, clases, patio, etc… había valido la pena y el esfuerzo para afrontar ese cúmulo de circunstancias que querían echar por tierra nuestro proyecto, había tenido su recompensa (y sigue teniéndola) pues el colegio infantil había comenzado a andar.

A partir de ese primer día me encontré fuerte para afrontar lo que los días que iba a pasar en Turkana me depararaban.

Y así ocurrió, día a día convivía durante muchas horas con unos niños que empezaron asustándose de estas chicas blancas que les llevaban a hacer pis y cacas a unos sitios muy raros para ellos –como corrían muertos de miedo cuando tirábamos de la cadena en los baños– y terminaron abrazándonos a todo llorar el día que nos íbamos.

Y en ese periodo de tiempo, duermes en tus brazos a James, porque viene agotado y muerto de sueño después de levantarse antes de salir el sol, subido en la espalda de su abuela o de su hermanita para recorrer el largo camino que separa su choza del cole.

O te pasas casi toda la mañana quitando mocos y lágrimas de las caras de los niños, o te pegas no se cuantas horas picando verduras y patatas para que Monica haga la comida, o te metes a la clase para ayudar a Patricia a que no se vayan los niños de la clase y la presten un mínimo de atención o…… bueno podría contar un montón de cosas que hacíamos pero lo realmente importante es sentir que ese era el lugar donde tenía que estar, que esos niños ya no eran “eso niños” que comenzaban a ser: Lincy, Abraham, Asinye, Akiru, Leonard… cada uno con su personalidad y sus necesidades y los que consiguieron que, hoy en día, desde miles de kilómetros de distancia, siga sintiéndoles un poco parte de mi.

A pesar de que teníamos agua… cuando teníamos. A pesar de que teníamos luz… cuando teníamos. A pesar de ser el mal llamado “tercer mundo” con todas sus carencias materiales, conseguí estar en “casa”, conseguí sentirme parte de un proyecto que da lo mejor de cada uno de nosotros para recibir lo mejor de cada uno de eso niños y sus familias.

Así lo viví… 

Elena 

¡Conoce al equipo del CEI Pole Pole Olabide!

¿Y tú cuánto de quemado estás en tu trabajo?
Te lo pregunto porque ahora es el síndrome de moda😂… Incluso puede tener un toque “COOL” porque estamos en una sociedad donde hemos convertido en una maravillosa “ESTÚPIDA” idea el COMPETIR, entre otras cosas, por demostrar quién trabaja más horas.
Y a esto le llamamos progreso 🙈
… pues a unos 10.000 kms de aquí, en un recóndito lugar del planeta, desde el día 17 de enero, estas 7 personas de la foto te podrán explicar lo que significa trabajar para vivir y no al revés.
No tienen grandes estudios, no han ido a la universidad, pero conocen la esencia de la vida y lo que realmente es importante y necesario.
¿Por qué te cuento esto…?
Porque si TÚ nos echas una mano con este proyecto, tanto este equipo, como los niños y sus familias tendrán la oportunidad de explicarte con su propio ejemplo las claves esenciales de los aspectos más importantes de la vida… Por ejemplo, vas a entender que la mayoría de las cosas que “haces” no tienen ningún sentido más allá de tu mentalidad occidental.
❤️Gracias y enhorabuena al súper equipo de CEI Pole Pole Olabide: Soila, Esekon, Eregae, Mónica, Patricia, Ingolol y Joyce.
Pasa a la acción y haz que las cosas sucedan…

Los Chicago Bulls tenían a Michael Jordan para llevarles a lo más alto de la NBA, nosotros tenemos a Soila…

Hay algunos hechos y situaciones que no tienen explicación, algunas veces se les denomina “milagros” y en la andadura de ASB ya llevamos unos cuantos😉
Uno de los más claros es Lucy Soila, empezando por la manera en que llegó a nuestra organización –es posible que hagamos otro post con ello-.
No es fácil definir en unas pocas palabras la trascendencia que ha tenido, tiene y tendrá esta persona en el proyecto; Soila es nuestros ojos, nuestras manos y sobre todo nuestra fuerza y visión en ese recóndito y esperanzador lugar del planeta llamado Turkana.
Es por encima de todo una líder nata —sin por supuesto pretenderlo— que con palabras y sobre todo con hechos, te lleva en muchas ocasiones a reflexiones que a veces sientes como bofetadas de realidad que la vida te ofrece a modo de regalo y aprendizaje.
Tiene allí una inmensa tarea que acaba de empezar y con su labor del día a día no hace más que demostrar y confirmar que es una de las piezas clave para ayudarnos a que las cosas sucedan…
Soila será la Maestra y Directora del CEI Pole-Pole Olabide; no obstante hay títulos y responsabilidades que se quedan muy cortas a la hora definir algunos tipos de tareas y roles que se requieren para llevar a cabo proyectos de estas características.
Ahora podréis entender la frase inicial… nosotros tenemos a Soila para darle la vuelta a la vieja historia de blancos salvadores de negros; quién sabe si en unos años Neflix se fijará en ella…en estos momentos esta nueva historia ya se está escribiendo.

Reflexiones desde Turkana. Época de preparativos, época de ilusiones (Noviembre 2021)

Empecé a caminar sola en este mundo del compartir después de un viaje como voluntaria a Kenia, y casi cuatro años más tarde mira donde estamos…
Es el lugar donde menos me cuesta conectar con el momento presente… con el AHORA, con ese momento donde ocurren todas las cosas ✨✨
No es casualidad haber llegado aquí a Lokitaung, un pequeño poblado en el norte de Kenia donde aprendemos y compartimos con la tribu Turkana, en medio de un inmenso desierto a más de 10.000 Km de mi casa, con un acceso muy complicado, temperaturas altísimas…
Sentada en la escalera de la casa miro a mi alrededor y puedo sentir esa quietud que transmite este trocito de mundo… el tiempo no existe…
Puedo contemplar un paisaje seco y rocoso, montes cubiertos de ewois (acacias) dando sombra algún grupo de niños, arbustos, algunas cabras y camellos, y como no, las Manyattas que dan cobijo a los Turkana, y adornan aún más este maravilloso paisaje.
De vez en cuando veo pasar a algún Turkana… caminan despacio, son personas calmadas y silenciosas y a la vez fuertes, esbeltas y llenas de color en su vestimenta. Su capacidad de adaptación es increíble al igual que su resiliencia, y estando aquí me doy cuenta de que mantienen muy vivos valores humanos que nosotros en muchos casos ya hemos perdido…
Es cierto que su semblante y carácter al principio es serio y distante, pero sólo hay que cruzar con ellos un saludo cercano y una mirada de igual a igual y enseguida te regalan una sonrisa que refleja toda su bondad y agradecimiento.
… empecé sola y ahora somos un equipazo que poquito a poco vamos a echarles una mano a los Turkana desde el compartir y siempre respetando su cultura, costumbres y sobre todo su esencia.
Que por nosotros no sea…
Que por ti no sea…
Únete a nosotros, pasa a la acción y haz que las cosas sucedan ✨💚✨

Jonh Eregae, una sonrisa eterna y un ejemplo de constancia, responsabilidad y agradecimiento

Historias reales para reflexionar…
“…Muchos días no como para que haya más comida para mis hijos”…
Jonh Eregae, una sonrisa eterna y un ejemplo de constancia, responsabilidad y agradecimiento.
Trabaja en la construcción desde las siete de la mañana a seis de la tarde bajo un sol abrasador y haciendo las tareas más duras:, sacar las piedras grandes con el pico y llevarlas fuera del terreno con la carretilla, levantar el cemento del suelo, etc…
Le cuesta llegar al trabajo 2 horas caminando desde su casa y aún así es el primero que llega y siempre con una sonrisa😃
Vive en Kachoda, su casa es una Manyatta (choza), su mujer murió y está al cuidado de sus cinco hijos, su hermana pequeña y su madre, que es quien le ayuda con los peques.
Cada día pide permiso al constructor para recoger lo que va encontrando por la obra, un trocito de cable, de cuerda, un plástico, trozos de valla metálica, y también nos pide a nosotras el cartón. Ayer nos contó que con todo esto va haciendo su casa pole pole y que sus hijos están muy contentos porque con los cartones ya no les entra tanto aire y pueden dormir un poquito mejor.
Aquí todo sirve porque todo lo reutilizan…
John, ¿y qué edad tienen tus hijos? Él sonríe, levanta los hombros 🤷🏾 y después me señala con la mano la altura que tiene cada uno de ellos.
John, ¿y tu edad? Mira al cielo y contesta:
– Creo que tengo 27 o 30, pero no estoy seguro.
Me cuenta que con su salario solo le alcanza para comer y va muy justo, pero que vive feliz y muy agradecido por el trabajo. Que para él es algo muy serio y debe hacerlo muy bien porque la comida de sus hijos sale de ahí… Y os aseguro que se nota lo importante que es para él el trabajo.
Nos cuenta que hay largas temporadas que no tiene trabajo y viven de lo que les dan… Hay muchos días que no come para que haya más comida para su familia.

Después de casi un mes aquí conociendo a John un poquito más, queremos que se una a nuestro equipo del Centro infantil y le hemos ofrecido el puesto de mantenimiento.

¡No se lo creía! ¿Sabéis cómo se emocionó al oírlo? 

Lo primero que nos dijo fue: 

– ¿Puedo traer a mis hijas pequeñas a este cole? Las cargaré cada mañana y cuando termine el trabajo volveremos los tres juntos a casa… (viven a dos horas).

Le hemos dicho un SÍ rotundo y no paraba de decir con una sonrisa, ejoknoi, ejoknoi, ejoknoi… (gracias, gracias, gracias en Turkana)

Jonh tendrá en el CEI Pole Pole Olabide un buen puesto de trabajo, con contrato y seguridad social para él y toda su familia, un buen sueldo que le permitirá una vida digna y el desayuno, almuerzo y comida totalmente cubiertas cada día… 

Felices de tenerle porque lo que transmite Jonh es pura magia ✨

 

¡Quieren replicar nuestro modelo de Centro Educativo en Turkana Norte!

“… No hay un proyecto tan completo en todo Turkana Norte, dice el Señor Director Boaz Eris del Ministerio de educación”
Una inesperada visita de Save the Children International y el Ministerio de Educación con un reconocimiento al trabajo que estamos realizando tanto en la clínica pediátrica como en el centro infantil que nos llena de orgullo 😊
Después de revisar la documentación presentada para el registro del centro y toda la información que les está llegando, quisieron venir a vernos dos de los miembros del Ministerio de Educación para conocer el proyecto más en profundidad, el Señor Director Boaz Eris y el Señor Subdirector David Omakanda, y también la Señora Míriam Antonia, responsable en Save the children de la zona Turkana Norte ❤️
Tras visitar la construcción, hacer un montón de fotos y conocer detalladamente nuestro programa Educativo (Soila, nuestra profesora, y Olabide Ikastola desde Vitoria), Emocional (Psicólogo Víctor Víctoris), Nutricional (Loles Silvestre titular de la Universidad CEU de Valencia) y Sanitario (Clínica pediátrica Santa Martha) vieron un proyecto completo, que cubre todas las necesidades de los más pequeños, con unos pilares fuertes y basados en el respeto y el amor hacia los niños y donde sus derechos serán cada día una realidad.
Han visto que es el primer centro que cuenta con todas facilidades para los niños y han decidido replicar nuestro proyecto en toda la zona de Turkana Norte.
¿Cómo te quedas? Nosotros estamos felices, orgullosos y llenos de ilusión porque seremos el centro de referencia en Turkana Norte y a partir de enero tendremos la oportunidad de optar al certificado de Centro de Excelencia.
Gracias desde el corazón por estar ahí porque todo esto que está pasando es gracias a vuestra colaboración ❤️

En noviembre será una realidad el Centro de Educación Infantil Pole Pole

Y a este ritmo… en noviembre será una realidad el Centro de Educación Infantil ❤️Pole Pole❤️
Pelos de punta 😲 cada vez que Tobiko nos envía nuevas imágenes desde terreno… ¡Qué forma de avanzar!
Lo complicado que es que llegue a Lokitaung el material —desde los sacos de cemento hasta las estructuras de los tejados— no ralentiza los trabajos porque hay algo que mueve todo esta labor: la ilusión por ver a los nenes entrar en su centro…
Pronto, muy pronto, los veremos 😍
¡Uniendo eslabones se consiguen grandes resultados! 🌍
🔗 Olabide Ikastola, sus familias y demás ‘Constructores de sueños’
🔗 Aztívate
🔗 ‘Los 100 de Turkana’
 

Día de la solidaridad… Esto es lo que significa para ASB

No voy a poner la típica frase de solidaridad…
Te daré nuestra propia definición de solidaridad en cooperación 🌍
Solidaridad es COMPARTIR lo que tenemos y no dar lo que nos sobra.
Solidaridad es MANTENER la esencia de las personas y no contaminarla.
Solidaridad es RESPETAR su cultura y no querer imponer la tuya.
Solidaridad es SALVAGUARDAR sus costumbres y no querer cambiarlas.
Solidaridad es POTENCIAR en la otra persona sus fortalezas.
Solidaridad es COMPARTIR sin crear necesidades donde no las hay.
Solidaridad es EMPATIZAR con otra persona y compartir con ella desde el amor y no desde el ego que sólo busca su propia satisfacción.
Solidaridad es CUIDAR los unos de los otros porque de esta manera sobreviviremos…
¿Añadirías algo?
En todo esto se basa Amor sin Barreras para sacar adelante su proyecto 🌍
Abrir WhatsApp
Hola
¿Necesitas ayuda?
Carrito
  • No hay Productos en el Carrito